
Galicia, tierra de celtas y marinos, es un crisol de costumbres ancestrales que se manifiestan en sus fiestas tradicionales. Estas celebraciones, profundamente arraigadas en la cultura gallega, no son meros eventos folclóricos, sino expresiones vivas de la identidad, la historia y la cosmovisión de su gente. Mantienen vivas las raíces de un pasado remoto a través de ritos, música, gastronomía y, particularmente, a través de las ofrendas, tanto materiales como florales, que son un elemento esencial de su idiosincrasia.
A menudo, estas ofrendas se vinculan a la protección de cosechas, la veneración de santos, o la petición de bienestar para la comunidad, demostrando una conexión íntima con la naturaleza y la espiritualidad. A pesar de la modernización y los cambios sociales, muchas de estas tradiciones se han mantenido, adaptándose al nuevo contexto pero conservando su significado esencial, y asombrando a visitantes y fortaleciendo el sentimiento de pertenencia entre los locales.
A Romaría da Fala (La Romería de la Habla)
La Romería da Fala, en el ayuntamiento de Chantada, es un ejemplo vibrante de una tradición que integra la ofrenda como acto central. Esta fiesta, dedicada a la Virgen de la Fala, destaca por el colorido de los trajes tradicionales y el fervor de los romeros que acuden en peregrinación. La ofrenda principal consiste en la entrega de productos de la tierra –pan, vino, fruta– a la Virgen, simbolizando la gratitud por las buenas cosechas y la esperanza en el futuro.
Más allá de la ofrenda material, la romería es también una ofrenda de fe y devoción, con misas solemnes, procesiones y cantos religiosos. La música de gaitas y tambores acompaña a los romeros durante todo el recorrido, creando una atmósfera festiva y emotiva. Es una manifestación de la profunda religiosidad popular gallega, donde lo sagrado se fusiona con lo profano en un espectáculo de color y sonido.
Tradicionalmente, la elección de la «missa dos romeiros», una joven soltera que representa a la Virgen, también es un acto de homenaje y ofrenda personal. Esta elección, realizada entre las jóvenes de la parroquia, implica la responsabilidad de representar la fe y la devoción de la comunidad durante toda la romería.
Os Estraforios y la Ofrenda Floral a la Virgen del Carmen
Os Estraforios, celebraciones con elementos paganos y cristianos, son particularmente significativos en la Comarca de Verín. En estas fiestas, los jóvenes realizan una ofrenda floral a la Virgen del Carmen, ataviados con trajes elaborados de paja y adornos vegetales, representando los espíritus de la naturaleza. Esta ofrenda es un rito de paso que simboliza la fertilidad y la renovación.
La elaboración de los «estraforios» es una labor comunitaria que involucra a familias enteras, transmitiendo de generación en generación las técnicas y los conocimientos necesarios para la confección de estos trajes. Se utilizan materiales naturales como paja, flores silvestres, hojas y ramas, creando diseños originales y coloridos que reflejan la riqueza de la naturaleza gallega. La danza y el desfile de los estraforios son el momento culminante de la fiesta.
La elección de la reina de los estraforios también constituye una ofrenda de belleza y juventud a la Virgen. Con su atuendo deslumbrante, la reina encabeza la procesión, simbolizando la renovación de la vida y la esperanza en el futuro.
El Apóstol Santiago y las Ofrendas a su Tumba

Santiago de Compostela, destino final del Camino, personifica la tradición de las ofrendas en Galicia. A lo largo de los siglos, peregrinos de todo el mundo han realizado ofrendas a la tumba del Apóstol Santiago, depositando en el altar de la Catedral objetos de valor personal, exvotos y donaciones monetarias. Estas ofrendas son un testimonio de fe, agradecimiento y petición de milagros.
La ofrenda floral al Apóstol es una práctica común, con peregrinos que depositan ramos de flores o velas encendidas como símbolo de su devoción. La presencia constante de flores frescas en el altar mayor de la Catedral es un reflejo de esta tradición ininterrumpida. Los botafumeiros, grandes incensarios que se balancean por la nave de la catedral, también pueden considerarse una forma de ofrenda, purificando el aire y elevando las plegarias al cielo.
La propia peregrinación al Camino de Santiago es una ofrenda de tiempo, esfuerzo y sacrificio. Los peregrinos caminan durante días, incluso semanas, superando obstáculos y renunciando a comodidades para llegar a la meta y honrar al Apóstol.
Las Folias y las Ofrendas Festeras
Las Folias, fiesta de origen pagano que se celebra en diversas localidades gallegas, integran ofrendas florales y de productos agrícolas. Los jóvenes, vestidos con trajes coloridos y adornados con flores, recorren las calles de la villa, cantando y bailando en honor a la Virgen o a un santo local. La alegría contagiosa de las folías es un reflejo del espíritu festivo gallego.
Estas celebraciones culminan con la ofrenda de flores y productos de la tierra a la imagen del santo venerado. Las flores silvestres, recogidas en el campo, simbolizan la belleza y la fragilidad de la vida, mientras que los productos agrícolas representan la prosperidad y la abundancia.
La música tradicional, interpretada con gaitas, tambores y otros instrumentos, acompaña a los foliões durante todo el recorrido, creando un ambiente festivo y emotivo. La participación activa de la comunidad es fundamental para el éxito de las folías, transmitiendo de generación en generación la alegría y el fervor de esta fiesta ancestral.
Conclusión
Las tradiciones de ofrendas y ofrendas florales en Galicia son mucho más que simples rituales; son la expresión de una profunda conexión con la tierra, la fé y la comunidad. A pesar de los cambios del tiempo, la capacidad de adaptación y la perseverancia de estas tradiciones garantizan su continuidad, manteniendo vivos los valores y la identidad gallega.
Mantener estas tradiciones es crucial no solo para preservar el patrimonio cultural de Galicia, sino también para fortalecer el sentido de pertenencia de su gente y ofrecer a las futuras generaciones una muestra tangible de su legado. La belleza y el significado de estas ofrendas nos recuerdan que la verdadera riqueza reside en las raíces y en la capacidad de mantener vivos los lazos que nos unen al pasado.