
Galicia, tierra de tradiciones ancestrales y paisajes imponentes, ha abrazado con entusiasmo la arquitectura moderna en las últimas décadas. Esta integración no ha sido una simple copia de modelos externos, sino una adaptación inteligente que busca dialogar con el entorno natural y cultural de la región. La búsqueda de espacios públicos de calidad, funcionales y estéticamente atractivos, ha impulsado proyectos innovadores que redefinen la experiencia urbana y rural en la comunidad gallega.
El surgimiento de esta arquitectura moderna en Galicia responde a una necesidad de modernización, pero también a un deseo de reivindicar una identidad propia a través del diseño. Los arquitectos gallegos, influenciados por tendencias internacionales, han sabido incorporar elementos autóctonos, materiales locales y una sensibilidad particular hacia el clima y la orografía gallega, dando como resultado obras únicas y reconocibles. Esta combinación se manifiesta en parques, plazas, centros culturales y otros espacios públicos que enriquecen la vida de sus habitantes.
El Parque de la Alameda en Santiago de Compostela
El Parque de la Alameda en Santiago de Compostela es, sin duda, uno de los ejemplos más emblemáticos de la arquitectura moderna gallega. Su intervención, realizada en la década de 1990 por el arquitecto Andrés Teijeiro, supuso una profunda transformación del parque histórico, respetando su esencia original pero introduciendo nuevos elementos que lo revitalizaron. El diseño integra zonas verdes, senderos, esculturas y áreas de juego, convirtiéndolo en un espacio de convivencia para todas las edades.
La clave del éxito de esta remodelación reside en la perfecta armonía entre la tradición y la innovación. Se conservaron los elementos históricos del parque, como las capillas y las fuentes, pero se les dotó de una nueva luz y se integraron en un diseño contemporáneo que favorece la circulación y la accesibilidad. La utilización de materiales nobles, como la piedra y la madera, refuerza la conexión del parque con el entorno natural.
Además, el Parque de la Alameda, no sólo es un pulmón verde, si no un punto de referencia cultural para los santiagueses y visitantes. A lo largo del año, acoge numerosos eventos, conciertos y exposiciones que dinamizan la vida de la ciudad y lo convierten en un espacio de encuentro y celebración, a la vez que un lugar perfecto para el paseo y la reflexión.
La Plaza de la Constitución en Ferrol
La Plaza de la Constitución en Ferrol, remodelada en 2015, representa un ejemplo de cómo la reurbanización puede transformar un espacio urbano deteriorado en un lugar vibrante y funcional. El proyecto, a cargo del estudio Fernández-Lafuente, se centró en recuperar el carácter histórico de la plaza, pero utilizando materiales y tecnologías contemporáneas. La superficie de la plaza se cubrió con un pavimento de granito que dibuja patrones geométricos que recuerdan la tradición naval de la ciudad.
La plaza ofrece una paleta de posibilidades para el desarrollo de actividades culturales y recreativas. El diseño incorpora mobiliario urbano moderno, iluminación LED y un sistema de drenaje sostenible que evita las acumulaciones de agua en caso de lluvia. La accesibilidad universal es otra de las prioridades del proyecto, con rampas y caminos adaptados para personas con movilidad reducida.
El éxito de la Plaza de la Constitución radica en su capacidad para combinar la utilidad con la estética. No solo es un espacio público atractivo y confortable, sino que también es un lugar seguro y accesible para todos los ciudadanos. El resultado es un punto de encuentro que revitaliza el corazón de Ferrol.
El Centro Cultural y de Artes Visuales en A Coruña
El Centro Cultural y de Artes Visuales en A Coruña, inaugurado en 2014, es un claro ejemplo de la arquitectura moderna que busca la integración con el entorno urbano. Diseñado por el arquitecto Jesús Escobedo, este edificio se caracteriza por su forma rectangular y su fachada de vidrio que permite la entrada de luz natural. Su emplazamiento en la zona de la Marina, le da un valor estratégico en la ciudad.
El centro cultural destaca por su funcionalidad y versatilidad. Sus espacios pueden ser adaptados para albergar una amplia variedad de eventos, desde exposiciones de arte hasta conciertos y conferencias. La planta baja se abre al exterior a través de una gran plaza que invita a la participación ciudadana. Se busca así un diálogo continuo entre el interior y el exterior.
La utilización de materiales sostenibles y eficientes energéticamente es otro de los aspectos destacables de este proyecto. El edificio cuenta con un sistema de climatización de bajo consumo y una cubierta verde que reduce el impacto ambiental. El Centro Cultural se convierte así en un símbolo del compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la innovación.
La Plaza de Galicia en Pontevedra

La Plaza de Galicia en Pontevedra, intervenida a partir de 2010, representa un ejemplo paradigmático del modelo urbano impulsado por el arquitecto y entonces alcalde Miguel Anxo Fernández Lema, centrado en la peatonalización y la recuperación del espacio público para los ciudadanos. La plaza se transformó en una amplia zona peatonal libre de tráfico, con mobiliario urbano moderno y áreas verdes.
La plaza es un espacio dinámico y participativo, diseñado para fomentar la convivencia y el encuentro entre los vecinos. El diseño integra diferentes zonas, desde áreas de juego para niños hasta espacios para descansar y disfrutar del aire libre. Se prioriza la accesibilidad universal, garantizando que todos los ciudadanos puedan disfrutar de la plaza sin barreras arquitectónicas.
La intervención en la Plaza de Galicia es un ejemplo de cómo la planificación urbana puede mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, priorizando la movilidad sostenible, el comercio local y la vida social. La plaza se ha convertido en un punto de referencia para los pontevedreses y un modelo a seguir para otras ciudades gallegas.
El Parque de Castrelos en Vigo
El Parque de Castrelos en Vigo, aunque con una historia más antigua, ha recibido intervenciones modernas que mejoran su disfrute y ponen en valor su legado histórico-artístico. El parque, que alberga un pazo (casa señorial gallega) del siglo XVII, ha sido objeto de una cuidadosa restauración y ampliación, incorporando nuevos jardines, senderos y áreas recreativas.
Las intervenciones modernas buscan la armonía entre el pasado y el presente. Se han respetado los elementos originales del parque, como el pazo y los jardines históricos, pero se les han añadido nuevos elementos que lo hacen más funcional y atractivo. Se ha creado un anfiteatro al aire libre para la celebración de eventos culturales y un área de juegos infantiles de última generación.
El Parque de Castrelos se ha convertido en un espacio vital para los vigueses, un lugar donde disfrutar de la naturaleza, la cultura y el ocio. Su diversidad de paisajes y su rico patrimonio histórico lo convierten en un destino turístico imprescindible en la ciudad. El parque es un claro ejemplo de cómo la arquitectura moderna puede complementar y enriquecer el legado del pasado.
Conclusión
La arquitectura moderna en Galicia ha demostrado ser capaz de dialogar con el entorno natural y cultural de la región, creando espacios públicos de calidad que mejoran la vida de sus habitantes. La sensibilidad de los arquitectos gallegos hacia las tradiciones locales, la utilización de materiales autóctonos y la incorporación de soluciones innovadoras y sostenibles, han dado como resultado obras únicas y reconocibles.
Estos ejemplos, como el Parque de la Alameda, la Plaza de la Constitución, el Centro Cultural de A Coruña, la Plaza de Galicia y el Parque de Castrelos, demuestran que Galicia es un territorio fértil para la arquitectura moderna, un lugar donde la creatividad y la innovación se combinan con el respeto por el patrimonio y el compromiso con el futuro. Esta combinación es esencial para la creación de espacios públicos que promuevan la convivencia, la cultura y el bienestar de todos los ciudadanos.