
Galicia, tierra de leyendas y paisajes impresionantes, es también un hervidero de tradiciones arraigadas que se manifiestan en sus vibrantes fiestas populares. Estas celebraciones, a menudo ligadas al ciclo agrícola, a la religiosidad popular o a eventos históricos, son el reflejo de la identidad gallega y una oportunidad para experimentar la cultura local de manera auténtica. Muchas de estas fiestas no se limitan a lo puramente religioso o folclórico, sino que se han visto enriquecidas con eventos culturales de diversa índole.
Las fiestas gallegas son mucho más que simples celebraciones; son una conexión con el pasado, un sentimiento de pertenencia y un escaparate de las costumbres que han moldeado la región a lo largo de los siglos. Además, en los últimos años, se ha observado un creciente interés por combinar estas tradiciones con propuestas más contemporáneas, como festivales de música, cine y teatro, que atraen a un público cada vez más amplio, tanto nacional como internacional. Este enriquecimiento mutuo potencia el atractivo de las fiestas y contribuye a su dinamización.
El Apóstol Santiago y su entorno
La fiesta del Apóstol Santiago, el 25 de julio, es quizás la más importante de Galicia, atrayendo a miles de peregrinos y visitantes a Santiago de Compostela. La ciudad se transforma durante los días previos y posteriores con una intensa programación que incluye misas solemnes, procesiones, conciertos y espectáculos pirotécnicos. Además de las ceremonias religiosas, el Festival de Música Clásica de Santiago de Compostela suele programar conciertos durante los meses de verano, enriqueciendo la oferta cultural.
El entorno de Santiago también vibra con la llegada del Apóstol. En localidades como Sarria, Melide o Arzúa, puntos clave de la ruta de peregrinación, se celebran fiestas populares que ofrecen música en vivo, degustaciones gastronómicas y actividades para todos los públicos. Estas fiestas suelen coincidir con festivales de música folk o proyecciones de cine temático, que narran historias de peregrinación y aventura. La celebración de festivales de corta duración durante el mes de julio, expande las opciones de entretenimiento para los peregrinos.
La combinación de la arraigada tradición religiosa con la oferta cultural de los festivales y eventos que la acompañan, crean una atmósfera única. El festival Outono Teatral, a veces extiende su programación a la ciudad de Santiago en meses cercanos al 25 de julio, ofreciendo una alternativa contemporánea a las celebraciones religiosas. La ciudad se convierte así en un punto de encuentro entre la fe, la cultura y la diversión.
San Xoán en la costa gallega
San Xoán, la noche del 24 de junio, es una fiesta de origen pagano que celebra el solsticio de verano con hogueras, música y magia. En toda la costa gallega, las playas y plazas se llenan de gente que salta sobre las llamas, buscando purificación y buena suerte. Esta tradición ancestral se complementa con una intensa programación musical y cultural, que incluye conciertos de grupos de folk gallego y rituales ancestrales *.
En numerosas localidades costeras, como Coruña, Cangas o Combarro, se organizan festivales de música que aprovechan el ambiente festivo de San Xoán. Estos festivales suelen contar con la participación de artistas locales e internacionales, ofreciendo una variada oferta musical que va desde el rock y el pop hasta la música electrónica y experimental. La fiesta se extiende hasta altas horas de la madrugada, con espectáculos de fuego y danza.
Más allá de la música, la noche de San Xoán suele estar acompañada de representaciones teatrales y performances artísticas que evocan la magia y el misterio de la noche más corta del año. Algunas compañías de teatro local realizan adaptaciones de cuentos y leyendas gallegas, enriqueciendo la experiencia cultural de la fiesta. Es una noche donde lo ancestral y lo moderno se funden en un ambiente mágico.
La Rapa das Bestas en Sabucedo
La Rapa das Bestas, que se celebra en Sabucedo (A Estrada) el primer domingo de julio, es una de las fiestas más espectaculares y singulares de Galicia. Consiste en la captura y el corte de las crines y las colas de los caballos salvajes de la Sierra de Candaoso, una tradición ancestral que simboliza la doma de la naturaleza y la conexión del hombre con el mundo animal. No es un evento con acompañamiento habitual de festivales artísticos, pero la tradición en sí misma es un espectáculo.
El evento atrae a miles de espectadores que se apiñan en las laderas de la sierra para contemplar la habilidad y la valentía de los rapadores, hombres que se enfrentan a los caballos salvajes a manos vacías. La fiesta se celebra con música de gaitas y tambores, creando un ambiente festivo y vibrante que se prolonga durante todo el día. La provincia de Pontevedra auspicia charlas y talleres sobre la importancia del caballo gallego antes, durante y después de la rapa.
Aunque no se suelen programar festivales específicos durante los días de la Rapa, la fiesta atrae a numerosos artistas y artesanos de la región, que exponen y venden sus productos en un mercado artesanal que se instala en el recinto ferial. La ambientación es única, donde la música de la fiesta se mezcla con el bullicio del mercado y el sonido de los cascos de los caballos.
As Drumesas en Verín

Las Drumesas, que se celebran en Verín (Ourense) durante el segundo domingo de agosto, son una fiesta singular que rinde homenaje a las parteras tradicionales. Se recrea el antiguo ritual de las parteras, que recibían un obsequio de los nuevos padres como agradecimiento por su ayuda en el parto. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, es una muestra del legado cultural femenino en la región.
La fiesta se caracteriza por la representación escénica del ritual de las Drumesas, en la que las parteras, vestidas con trajes tradicionales, reciben el pago de los nuevos padres y realizan un desfile por las calles de Verín. Además, se organizan concursos de parteras, desfiles de carros engalanados y actividades para toda la familia. La ciudad se llena de música y color durante toda la jornada.
En los últimos años, las Drumesas se han visto enriquecidas con la celebración de festivales de música folk y proyecciones de cine documental que abordan temas relacionados con la maternidad, la salud femenina y las tradiciones ancestrales. Existe una colaboración con festivales de cortometrajes que suelen incluir espacios temáticos dentro de la celebración. Es una fiesta que busca honrar el pasado y conectar con el presente.
Carnaval gallego: de Laza a Xinzo de Limia
El Carnaval gallego es una de las celebraciones más ancestrales e importantes de la comunidad autónoma, con manifestaciones diversas en diferentes localidades. Destacan los carnavales de Laza, Xinzo de Limia y Verín, aunque cada pueblo tiene sus propias particularidades y tradiciones. Estas fiestas, que tienen sus raíces en rituales paganos de fertilidad, se caracterizan por la sátira, la burla y la inversión de roles sociales.
En Xinzo de Limia, el personaje central del carnaval es la Pantalla, un ser mítico que simboliza la fuerza y la fertilidad de la tierra. La Pantalla, vestida con un traje elaborado con paja y adornado con campanas, recorre las calles del pueblo persiguiendo a los jóvenes solteros que intentan escapar de su látigo. El carnaval también incluye desfiles de comparsas, concursos de disfraces y representaciones teatrales. Se complementa con festivales independientes de música en las casas de cultura.
En Laza, el carnaval se caracteriza por la participación de los Peliqueiros, personajes enmascarados que recorren las calles del pueblo lanzando barro y harinosas a los transeúntes. Esta tradición, que tiene sus orígenes en rituales agrícolas, simboliza la lucha contra la mala suerte y la búsqueda de la prosperidad. Los festivales de teatro callejero se combinan con los Peliqueiros, ofreciendo al público diferentes formas de expresión artística. Es una mezcla de tradición, humor y participación ciudadana.
Conclusión
Las fiestas tradicionales gallegas son una manifestación viva de la cultura e identidad de la región, un tesoro que se ha transmitido de generación en generación. La combinación de estas fiestas con festivales de cine, teatro y música enriquece la oferta cultural y atrae a un público cada vez más amplio, contribuyendo a la dinamización de la región y a la promoción de su patrimonio. La diversidad de eventos es un señuelo para todos los tipos de público.
En definitiva, las fiestas gallegas son una invitación a descubrir la riqueza y la singularidad de una tierra llena de historia, tradición y belleza. Aprovechar la oportunidad de asistir a estos eventos es sumergirse en un universo de sensaciones y emociones, experimentar la autenticidad de una cultura viva y disfrutar de la hospitalidad y el calor humano de su gente. El futuro de estas celebraciones pasa por mantener su esencia tradicional al tiempo que se abren a nuevas influencias y propuestas innovadoras.