
La Catedral de Lugo, dedicada a Santiago Apóstol, es un monumento excepcional que refleja la evolución arquitectónica y artística desde sus orígenes romanos hasta su configuración actual. Aunque su construcción se extendió por varios siglos, el siglo XII representa una fase crucial en su desarrollo, dejando una huella significativa en su escultura. Esta etapa, fuertemente influenciada por el arte románico, nos permite apreciar un repertorio de motivos iconográficos y técnicas constructivas propias de la época.
La catedral no se concibió inicialmente como el edificio imponente que vemos hoy. Las primeras estructuras, sobre las que se levantaría la actual, datan del siglo XI, pero es en el XII cuando se acometen las obras más importantes. La portada occidental, en particular, y otros elementos como capiteles y frisos, se convierten en un verdadero museo al aire libre de la escultura románica lucense, transmitiendo mensajes religiosos y sociales de un período histórico clave.
La Portada Occidental
La portada occidental es, sin duda, el punto focal de la escultura del siglo XII en la Catedral de Lugo. Destaca por su tímpano, dividido en casetones y con una representación del Juicio Final, con Cristo en Majestad rodeado de los Apóstoles y ángeles. La iconografía es rica y compleja, presentando escenas del cielo y del infierno, y buscando instruir a los fieles sobre su destino eterno.
El cimborrio que se eleva sobre la portada, flanqueado por arquivoltas decoradas, también es relevante. En estas arquivoltas se representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como figuras zoomorfas y vegetales, sometidas a una fuerte simbolismo. La disposición jerárquica de los personajes y la expresividad de sus rostros son característicos del estilo románico.
La técnica empleada en la portada es el relieve, principalmente de bajo relieve. Los escultores medievales no buscaban un naturalismo extremo; su objetivo era transmitir un mensaje espiritual y moral, utilizando formas simplificadas y esquemáticas. La piedra utilizada, granito local, contribuye a la solidez y la severidad del conjunto.
Los Capiteles Historiados
Los capiteles historiados de la nave central y las capillas laterales son otra fuente importante de la escultura del siglo XII. Estos capiteles, que sustentan las columnas y arcos de la catedral, están decorados con una gran variedad de motivos: escenas bíblicas, animales fantásticos, figuras humanas, motivos vegetales y patrones geométricos.
Es llamativa la presencia de motivos profanos en los capiteles. A menudo se representan personajes realizando actividades cotidianas, como la caza, el trabajo en el campo o escenas de la vida cortesana, ofreciendo una valiosa evidencia de las costumbres y la vida social de la época. Este contraste entre lo sagrado y lo profano refleja la mentalidad medieval y la visión del mundo en esa época.
La ejecución de los capiteles es variable. Algunos son muy detallados y refinados, mientras que otros son más esquemáticos y rudimentarios. Esta diferencia puede deberse a la habilidad de los diferentes escultores que trabajaron en la catedral, así como a la función y la ubicación de los capiteles.
Las Figuras de los Apóstoles
En la Catedral de Lugo, se pueden encontrar representaciones escultóricas de los Apóstoles, especialmente en la zona del coro. Estas figuras, aunque no son tan monumentales como las de la portada, muestran un gran interés por la expresividad de los rostros y la plasticidad de las formas. Se observa un esfuerzo por individualizar a cada Apóstol, dotándolo de rasgos y atributos distintivos.
La iconografía de los Apóstoles sigue los cánones establecidos por la tradición cristiana, con cada uno de ellos portando un objeto o instrumento relacionado con su martirio o su misión evangelizadora. Sin embargo, los escultores lucenses no se limitaron a una mera copia de modelos preexistentes; introdujeron elementos de originalidad y creatividad en sus representaciones.
El estilo de estas figuras es románico, caracterizado por la frontalidad, la rigidez y la falta de naturalismo. Sin embargo, se aprecia una cierta evolución hacia formas más dinámicas y expresivas, que prefiguran el arte gótico que florecerá en siglos posteriores.
Los Elementos Decorativos Vegetales y Zoomorfos

Además de las figuras humanas y las escenas religiosas, la Catedral de Lugo presenta una rica decoración vegetal y zoomorfa en su escultura del siglo XII. Hojas de acanto, flores estilizadas, animales reales e imaginarios pueblan capiteles, arquivoltas y frisos, aportando un toque de colorido y dinamismo a la arquitectura.
La representación de animales tiene un significado simbólico profundo. El león, por ejemplo, simboliza la fuerza y el poder de Cristo. El águila representa la visión y la elevación espiritual. El dragón, por su parte, encarna el mal y la tentación. La simbología animal está presente en una multitud de elementos escultóricos.
La exuberancia de la decoración vegetal y zoomorfa es característica del arte románico. Los escultores medievales buscaban imitar la belleza y la complejidad de la naturaleza, aunque con un estilo idealizado y estilizado.
Los Fragmentos Escultóricos Conservados
A lo largo de los siglos, la Catedral de Lugo ha sufrido diversas transformaciones y restauraciones, que han afectado a su patrimonio escultórico. Sin embargo, a pesar de las pérdidas y los daños sufridos, se han conservado numerosos fragmentos de la escultura del siglo XII, que nos permiten reconstruir parte de su historia y valorar su legado.
Estos fragmentos – pedazos de capiteles, relieves sueltos, restos de estatuas – se encuentran distribuidos por diversas partes de la catedral, en el museo diocesano o en colecciones privadas. Su estudio y su análisis permiten a los investigadores comprender mejor las técnicas constructivas y los estilos artísticos de la época, así como la influencia de otras culturas y corrientes artísticas.
La conservación de estos fragmentos escultóricos es fundamental para preservar la memoria histórica y cultural de Lugo. Es necesario continuar investigando y restaurando estos tesoros artísticos, para poder transmitirlos a las futuras generaciones.
Conclusión
La escultura del siglo XII en la Catedral de Lugo constituye un testimonio excepcional del arte románico en Galicia. Sus elementos, desde la majestuosa portada occidental hasta los delicados capiteles historiados, reflejan la fe, la cultura y la sociedad de una época convulsa y apasionante. El estudio de esta escultura nos permite comprender mejor la historia y la identidad de la ciudad de Lugo.
El patrimonio escultórico de la Catedral de Lugo es un bien cultural de valor incalculable. Su conservación y su promoción son una responsabilidad compartida por las instituciones, los investigadores y la sociedad en general. Es vital asegurar que las futuras generaciones puedan admirar y disfrutar de esta joya del arte románico.