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Hay visitas guiadas disponibles para conocer la historia de la torre

31/05/2025
Torre de piedra antigua

La Torre de Hércules, imponente faro romano situado en A Coruña, es mucho más que una simple estructura de piedra. Es un símbolo de la ciudad y un testimonio vivo de la historia, que se remonta a la época romana. Su silueta, recortándose contra el horizonte atlántico, evoca misterio y ancestralidad, atrayendo a visitantes de todo el mundo.

Considerada el faro en funcionamiento más antiguo del mundo, la Torre de Hércules ha resistido el paso del tiempo y las inclemencias del clima, adaptándose a las diferentes eras sin perder su esencia. Su continua actividad como guía para los navegantes es un ejemplo de ingeniería romana y su legado perdura hasta nuestros días, siendo Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2009.

Orígenes Romanos y la Leyenda de Hércules

Los orígenes de la Torre de Hércules se pierden en la antigüedad, concretamente en el siglo I d.C., durante el reinado del emperador Trajano. Se cree que fue construida sobre los restos de un anterior faro celta, y su función principal era advertir a los navegantes de los peligrosos arrecifes que rodean la costa gallega. El nombre de la torre deriva del héroe mitológico Hércules, a quien se atribuye la creación de la estructura.

La leyenda cuenta que Hércules derrotó al gigante Gerión, enterrando su cabeza y su club donde hoy se alza la torre. Este acto heroico no solo liberó la zona de la tiranía de Gerión, sino que también sirvió como base para la construcción del faro, perpetuando la memoria del héroe. La conexión con la mitología griega enriquece la historia del monumento.

Esta conexión mítica, aunque legendaria, contribuyó a la perdurabilidad de la torre a lo largo de los siglos. El relato de Hércules le otorgó un aura de respeto y sacralidad, asegurando que la estructura fuera mantenida y restaurada a pesar de las dificultades y los cambios políticos. Es un elemento fundamental de la identidad coruñesa.

Evolución a Través de los Siglos

Tras la caída del Imperio Romano, la Torre de Hércules sufrió períodos de abandono y deterioro. Durante la época medieval, fue objeto de ataques y saqueos, y su estructura se vio seriamente dañada. Sin embargo, a lo largo de los siglos, se realizaron diversas restauraciones para intentar preservarla.

En el siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III, se llevó a cabo una importante reforma dirigida por el ingeniero Eustaquio Giannini. Esta restauración dotó a la torre de su aspecto neoclásico actual, incorporando elementos arquitectónicos de la época y reforzando su estructura. La torre recuperó su funcionalidad como faro.

A lo largo del tiempo, la torre ha servido como inspiración para numerosos artistas y escritores, dejando un importante legado cultural. Su imagen ha sido plasmada en pinturas, poemas y canciones, convirtiéndose en un símbolo de Galicia y de España.

La Arquitectura y la Estructura

Una torre antigua irradia luz y historia

La Torre de Hércules posee una estructura singular y de gran valor arquitectónico. Se compone de un núcleo central de piedra, construido en sillería, sobre el cual se eleva un cuerpo cilíndrico. Este cuerpo está coronado por una galería con pilastras y un farolillo que alberga la lámpara.

La altura de la torre es de 57 metros, y su luz tiene un alcance de 24 millas náuticas. La estructura original romana ha sido modificada en sucesivas restauraciones, pero aún conserva elementos característicos de la época, como el tipo de mampostería y la disposición de los vanos.

El faro se asienta sobre una base sólida de roca, protegida por un muro de contención que evita la erosión del mar. La combinación de elementos romanos y neoclásicos confiere a la torre un aspecto único y armonioso, demostrando el ingenio de los arquitectos que la construyeron y restauraron.

El Entorno y el Parque Escultórico

La Torre de Hércules está integrada en un hermoso entorno natural, rodeada por acantilados y jardines. El Parque Escultórico, situado en los alrededores de la torre, alberga una colección de esculturas contemporáneas que interactúan con el paisaje.

Este parque ofrece a los visitantes una experiencia artística y cultural adicional, complementando la visita a la torre. Las esculturas, creadas por artistas de diferentes nacionalidades, reflejan la diversidad del arte contemporáneo y su conexión con la naturaleza.

El área circundante también cuenta con un centro de interpretación, donde los visitantes pueden aprender más sobre la historia de la torre y su importancia para la navegación y la cultura gallega. Este espacio educativo permite sumergirse en el pasado y comprender mejor el valor del monumento.

Conclusión

La Torre de Hércules, con más de dos mil años de historia, es un faro que ilumina el pasado y guía hacia el futuro. Su resistencia a lo largo de los siglos es un ejemplo de la creatividad y la persistencia humana, consolidándose como un símbolo de Galicia y de España. Su visita es una experiencia enriquecedora e imprescindible.

Más allá de su valor histórico y arquitectónico, la Torre de Hércules es un faro de esperanza y un símbolo de la conexión entre el hombre y el mar. Continúa guiando a los navegantes, pero también inspira a los visitantes a reflexionar sobre el pasado y a apreciar la belleza del paisaje gallego.