
As Catedrais de Santiago, un fenómeno geológico y paisajístico único en las costas de la provincia de Lugo, Galicia, son un destino turístico recurrente y un símbolo de la región. Su apariencia surrealista, con sus impresionantes arcos naturales esculpidos por el mar, atrae a visitantes de todo el mundo. Sin embargo, detrás de su belleza deslumbrante se esconde una historia geológica compleja y fascinante que se extiende a lo largo de miles de años. Este artículo explorará en profundidad cómo se formaron estos espectaculares arcos, desentrañando los secretos de la erosión costera y las fuerzas que han modelado este paisaje.
La geología de la zona es fundamental para comprender el origen de As Catedrais. La costa gallega, en general, está formada por un socavado de roca caliza, una roca sedimentaria que se forma a partir de la acumulación y cementación de restos de organismos marinos. Esta roca caliza, conocida como caliza del Jurásico, es relativamente blanda y permeable, lo que la hace susceptible a la acción del agua y el viento. El acceso a esta información y el interés en proteger y comprender este lugar ha llevado a una investigación continua, ofreciendo una visión cada vez más completa de su formación.
El Marco Geológico: Roca Caliza del Jurásico
La base de As Catedrais es la caliza del Jurásico, una formación geológica que se extendió por gran parte de Europa durante el Jurásico tardío, hace aproximadamente 150 millones de años. Esta roca sedimentaria se originó a partir de los restos de organismos marinos, como corales y moluscos, que vivieron en un mar poco profundo. Posteriormente, la compactación de estos sedimentos y la posterior cementación por minerales resultaron en la formación de la caliza.
La caliza del Jurásico en la costa gallega es particular por su permeabilidad, es decir, su capacidad para permitir el paso del agua. Esta característica es crucial para el proceso de erosión que dará origen a los arcos. La textura de la caliza, que a menudo es oolítica (formada por esferas de piedra olica), también influye en su vulnerabilidad a la erosión; las esferas, al estar huecas, facilitan la infiltración y el movimiento del agua.
Además, la caliza del Jurásico suele estar cubierta por una capa de arenisca, una roca más resistente, que proporciona una cierta protección inicial contra la erosión directa del mar. Sin embargo, esta capa es finalmente incapaz de detener el proceso de degradación a largo plazo.
El Rol de la Erosión Marítima: La Fuerza Principal
La erosión marítima es, sin duda, la fuerza dominante detrás de la formación de As Catedrais. El proceso comienza con las olas, que golpean la costa con una energía considerable, especialmente durante las mareas altas y las tormentas. Estas olas, al estrellarse contra la roca caliza, generan oleaje y espuma que atenúan la superficie de la roca, comenzando a erosionar su borde.
El oleaje no solo erosiona la superficie, sino que también crea cavidades y huecos en la roca. Estas cavidades se amplían gradualmente con el tiempo, a medida que el agua penetra en ellas y, gracias al peso de la propia roca y a la fuerza de las olas, comienza a hacerla colapsar. El proceso se intensifica con las mareas altas, que aumentan el volumen de agua que golpea la costa y, por lo tanto, la intensidad de la erosión.
Este ciclo de erosión y colapso se repite continuamente durante siglos, esculpiendo la roca caliza en formas cada vez más complejas y espectaculares. La forma final de los arcos está determinada por una combinación de factores, incluyendo la dirección del oleaje, la forma de la costa y las características de la roca.
La Influencia de las Mareas y las Corrientes

Las mareas desempeñan un papel vital en el proceso de erosión, y As Catedrais no son una excepción. Las mareas altas permiten que el agua se filtre más profundamente en las cavidades de la roca, maximizando la erosión. La diferencia de altura entre la marea alta y la marea baja es un factor importante, ya que las mareas altas inundan la costa y permiten que el oleaje golpee la roca con mayor fuerza.
Las corrientes marinas también contribuyen a la erosión al transportar sedimentos y arena a lo largo de la costa. Estos sedimentos pueden golpear la roca con mayor intensidad, acelerando el proceso de erosión. Además, las corrientes pueden desviar el oleaje, lo que puede afectar a la forma en que la roca es erosionada.
La interacción entre las mareas, las corrientes y el oleaje crea un ambiente dinámico y complejo que impulsa la erosión continua de la costa, dando lugar a las formas características que vemos en As Catedrais. Es un sistema en constante evolución, que transforma el paisaje a un ritmo perceptible.
El Tiempo: La Paciencia de la Naturaleza
La formación de As Catedrais es un proceso lento y gradual que se ha desarrollado a lo largo de miles de años. Las primeras evidencias de erosión en la zona se remontan a la Edad Media, pero la formación de los arcos más espectaculares se ha intensificado en los últimos siglos. Es importante tener en cuenta que As Catedrais no son estáticos; continúan erosionándose y transformándose a medida que el mar las esculpe.
Los arqueólogos y geólogos estudian cuidadosamente las formaciones rocosas, utilizando técnicas de datación radiométrica para estimar la edad de los arcos. Estos estudios han revelado que algunos de los arcos más grandes se formaron hace más de 500 años, mientras que otros son relativamente nuevos. La variabilidad en la velocidad de erosión, influenciada por factores como la exposición al sol y la presencia de vegetación, es la responsable de la diversidad de formas.
El paisaje de As Catedrais es un testimonio del poder de la naturaleza y la paciencia del tiempo. Es un lugar donde la erosión, las mareas y las corrientes trabajan juntas para crear una belleza única y impresionante.
Conclusión
As Catedrais de Santiago son un ejemplo extraordinario de cómo la geología y la erosión interactúan para dar lugar a paisajes naturales únicos. La combinación de roca caliza permeable, la acción del oleaje, las mareas y las corrientes ha creado una serie de arcos naturales que son verdaderamente impresionantes. Comprender la historia geológica de este lugar no solo nos permite apreciar su belleza, sino también comprender los procesos naturales que dan forma a nuestro planeta.
Es fundamental recordar que As Catedrais no son un monumento estático, sino un paisaje en constante cambio. Su futura evolución dependerá de las condiciones climáticas, la actividad marina y las medidas de conservación que se implementen. Proteger este patrimonio geológico y paisajístico es un desafío que requiere una comprensión profunda de sus procesos de formación y un compromiso con su conservación para las futuras generaciones.