
Galicia, una región con una profunda tradición constructiva arraigada en la piedra y la madera, ha experimentado en las últimas décadas una notable transformación arquitectónica. De la mano de una nueva generación de arquitectos y de un creciente interés por la innovación, el paisaje gallego se ha enriquecido con ejemplos de arquitectura moderna que dialogan con el entorno, sin renunciar a la identidad cultural.
Esta evolución no ha sido lineal, sino un proceso complejo marcado por influencias diversas, desde el racionalismo de los años 50 hasta las tendencias más contemporáneas, como el minimalismo y la sostenibilidad. La arquitectura gallega actual se caracteriza por una búsqueda constante de la armonía entre la forma y la función, buscando soluciones creativas para los desafíos del contexto gallego, marcado por la orografía, el clima y la tradición.
Recuperación del Patrimonio y Nuevas Narrativas
Un aspecto crucial de la arquitectura moderna en Galicia es la creciente atención a la recuperación del patrimonio construido. Se ha pasado de intervenciones invasivas a estrategias de conservación más respetuosas, que buscan preservar la autenticidad de los edificios históricos mientras se adaptan a las necesidades contemporáneas. El repurposing de pazos y casas tradicionales es un claro ejemplo de esta tendencia.
Esta actitud ha fomentado una nueva narrativa arquitectónica que valora la memoria colectiva y la continuidad histórica. Los nuevos proyectos a menudo incorporan elementos de la arquitectura vernácula, como la piedra, la madera o los tejanos, reinterpretándolos con un lenguaje contemporáneo. Esto crea una conexión visual y cultural con el pasado, evitando la ruptura estética con el entorno.
El desafío reside en encontrar un equilibrio entre la conservación y la innovación, evitando la musealización del patrimonio y garantizando su funcionalidad en el presente. La habilidad para integrar los elementos históricos en los nuevos proyectos es una de las señas de identidad de la arquitectura moderna gallega.
La Influencia de la Sostenibilidad
La sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental de la arquitectura moderna en Galicia. La conciencia ambiental y la necesidad de reducir el impacto ecológico de la construcción han impulsado la adopción de materiales y tecnologías más eficientes. La bioconstrucción, con el uso de materiales naturales como la madera, la paja o la tierra, está ganando terreno.
La arquitectura gallega ha sabido adaptar los principios de la sostenibilidad a las particularidades del clima atlántico, aprovechando los recursos naturales disponibles y diseñando edificios que consuman menos energía. El uso de la biomasa como fuente de calefacción, la instalación de paneles solares o la recogida de aguas de lluvia son ejemplos de esta adaptación.
Más allá de las tecnologías, la sostenibilidad también implica un enfoque integral del diseño, que considera el ciclo de vida del edificio, su impacto en el entorno y su integración en el paisaje. La arquitectura gallega busca crear espacios habitables que sean saludables, confortables y respetuosos con el medio ambiente.
El Diálogo con el Paisaje

La orografía gallega, con sus montañas, valles y costas abruptas, plantea importantes desafíos a los arquitectos. La arquitectura moderna en Galicia ha respondido a este desafío buscando un diálogo constante con el paisaje, integrándose en el terreno y minimizando su impacto visual. Los proyectos a menudo se adaptan a las curvas del terreno, aprovechando las vistas panorámicas y la luz natural.
La piedra, material tradicional gallego, juega un papel fundamental en esta integración paisajística. Su uso en fachadas, muros de contención o pavimentos permite que los edificios se fundan con el entorno, creando una sensación de continuidad visual. La madera, otro material emblemático de Galicia, también se utiliza para revestir fachadas o crear elementos estructurales que se integran en el paisaje.
La arquitectura moderna gallega no busca imponerse al paisaje, sino complementarlo, creando espacios habitables que sean a la vez funcionales y estéticamente agradables. Se busca una armonía entre el edificio y su entorno, que se traduce en una arquitectura más sensible y respetuosa.
La Búsqueda de la Luz y el Espacio
La luz, por ser escasa en muchas épocas del año en Galicia, es un elemento fundamental en el diseño arquitectónico. Los arquitectos gallegos han sabido aprovechar al máximo la luz natural, diseñando grandes ventanales, patios interiores y lucernarios que iluminan los espacios interiores. Se busca crear ambientes luminosos y acogedores, que contrarresten la oscuridad del clima atlántico.
La espacialidad también juega un papel importante en la arquitectura moderna gallega. Se busca crear espacios amplios y diáfanos, que permitan una mayor flexibilidad y funcionalidad. La eliminación de barreras arquitectónicas y la integración de los espacios interiores con el exterior son estrategias comunes para lograr esta sensación de amplitud.
Se apuesta por un diseño minimalista, que prioriza la simplicidad y la funcionalidad, eliminando elementos decorativos innecesarios. El objetivo es crear espacios habitables que sean a la vez confortables y agradables a la vista, donde la luz y el espacio sean los protagonistas.
Conclusión
La arquitectura moderna en Galicia ha experimentado una significativa evolución a lo largo de las últimas décadas. De una arquitectura más influenciada por corrientes internacionales, se ha pasado a una arquitectura más arraigada en el contexto local, que valora la tradición constructiva gallega y busca un diálogo constante con el paisaje.
El futuro de la arquitectura moderna en Galicia pasa por seguir explorando las posibilidades de la sostenibilidad, la innovación y el diálogo con el patrimonio. La creatividad de los arquitectos gallegos, sumada a su sensibilidad por el entorno y su compromiso con la calidad, auguran un futuro prometedor para la arquitectura gallega.