
El Entroido en Galicia, y en particular en Ourense, es mucho más que una simple fiesta. Es una tradición ancestral, un festivo profundamente arraigado en la cultura y la costumbres de la región, con raíces que se remontan a antiguas celebraciones paganas y cristianas. Durante semanas, la provincia se transforma en una explosión de color, música, trajes tradicionales y, sobre todo, una serie de rituales que buscan ahuyentar al mal de invierno y prepararse para la llegada de la primavera. A pesar de su rica historia, el Entroido ourensano no es estático; ha experimentado transformaciones y adaptaciones a lo largo del tiempo, influenciadas por la modernidad, la globalización y, especialmente, la creciente concienciación sobre la necesidad de preservar la memoria y el patrimonio cultural.
Este artículo busca analizar la evolución del Entroido en Ourense en las últimas décadas, destacando los cambios en sus manifestaciones más emblemáticas – la Faada, las Chincheiras, los Pasodobles y los Desfiles – y cómo la turismo ha impactado en su desarrollo y difusión. También exploraremos la labor de las asociaciones culturales y los ayuntamientos en la revitalización y el mantenimiento de esta fiesta, garantizando así que las tradiciones se transmitan a las nuevas generaciones, sin perder su esencia y autenticidad.
La Faada: Un Ritual en Transformación
Tradicionalmente, la Faada era una celebración nocturna en las calles de las principales ciudades, protagonizada por los “faadeiros” – jóvenes que, vestidos con disfraces elaborados y a menudo grotescos, recorrían las calles gritando y lanzando harina, huevos y otros objetos a la gente que se encontraba en las puertas de sus casas. Esta práctica, aunque llena de diversión y alegría, era a menudo considerada intrusiva y caótica. Durante los últimos años, se ha implementado una serie de medidas para regular y modernizar la Faada, buscando un equilibrio entre el respeto a las viviendas y la preservación de la tradición.
Hoy en día, la Faada se celebra en horarios más moderados y en zonas específicas delimitadas, lo que ha reducido los problemas de ruido y molestias. Se han establecido normas para el uso de los materiales utilizados en la harina y los huevos, priorizando opciones más ecológicas y menos dañinas para las fachadas de los edificios. Además, se ha apostado por la creación de rutas temáticas de Faada, fomentando un recorrido más organizado y seguro para todos los participantes y vecinos. Es un ejemplo claro de cómo una tradición puede adaptarse a los recursos contemporáneos.
La Faada, en definitiva, sigue siendo el corazón del Entroido en Ourense, pero ha aprendido a dialogar con el presente, buscando un modelo más sostenible y respetuoso con el entorno. El desafío reside en mantener el espíritu lúdico y participativo de siempre, sin renunciar a la seguridad y al bienestar de los ciudadanos.
Las Chincheiras: De la Persecución al Respeto
Durante mucho tiempo, las Chincheiras, o «as viñas», fueron consideradas una de las expresiones más violentas y agresivas del Entroido. Los participantes, disfrazados de ancianas, recorrían las calles persiguiendo a los “paxás”, jóvenes que intentaban escapar con un saco lleno de leña. Esta persecución, que a menudo terminaba con empujones, golpes y el robo de la leña, generaba numerosos conflictos y situaciones incómodas.
En los últimos años, gracias al esfuerzo de las asociaciones culturales y los ayuntamientos, se ha logrado cambiar la percepción de las Chincheiras. Se ha apostado por un modelo más simbólico y menos violento, donde la lucha por la leña se convierte en una representación de la batalla contra la muerte, recordando la tradición cristiana de la Quema del Mal. Esta reinterpretación ha propiciado una mayor aceptación por parte de la población y ha permitido que la Chincheira siga siendo una de las fiestas más arraigadas en la provincia.
Las Chincheiras hoy en día, si bien aún mantienen su colorido y su ambiente festivo, se han transformado en una celebración de la vida y de la costumbres, lejos de ser una confrontación física. Se fomenta la participación de todos los grupos de edad, incluyendo niños y niñas, lo que contribuye a fortalecer el sentido de comunidad y pertenencia.
Los Pasodobles: Renovando la Música Tradicional

Los Pasodobles, o «bandas de pasodoble», siempre han sido una parte fundamental del Entroido en Ourense, pero su evolución ha sido notable. Originalmente, se trataba de bandas musicales de carácter local, que interpretaban piezas musicales tradicionales y que acompañaban las diferentes fiestas y eventos. Sin embargo, en los últimos años se ha apostado por la reinvención de estos pasodobles, incorporando elementos de la música moderna y fusionándola con la tradición.
Se ha facilitado la formación de nuevas bandas y se les ha proporcionado apoyo técnico y económico para mejorar su equipamiento y su calidad artística. Además, se han organizado talleres y cursos de formación para músicos de todas las edades, lo que ha permitido aumentar el número de profesionales cualificados en la zona. Hoy en día, los Pasodobles de Ourense son una referencia a nivel nacional, destacando por su creatividad, su originalidad y su gran calidad musical.
La revitalización de los Pasodobles ha contribuido a enriquecer el Entroido con nuevas melodías y ritmos, manteniendo viva la tradición de la música popular y garantizando su continuidad en el futuro. Se busca que los pasodobles no solo acompañen las fiestas, sino que también sean protagonistas de ellas, fomentando la participación del público y creando un ambiente festivo y alegre.
El Desfile: Un Espectáculo de Identidad
El Desfile del Entroido es, sin duda, uno de los momentos culminantes de la fiesta. Durante años, se caracterizaba por la abundancia de disfraces elaborados, por la presencia de las diferentes agrupaciones folclóricas y por el desorden general que lo dificultaba. Sin embargo, en las últimas ediciones, se ha logrado organizar un desfile más estructurado, atractivo y representativo de la riqueza cultural de la provincia.
Se ha establecido un recorrido más amplio y seguro, permitiendo que las diferentes agrupaciones y vehículos puedan moverse con mayor facilidad. Se han puesto en marcha criterios de selección para los participantes, priorizando la calidad de los disfraces y la importancia de la representación de las diferentes tradiciones locales. El Desfile se ha convertido en un verdadero espectáculo de identidad, donde se pueden admirar los trajes tradicionales, los disfraces originales y la creatividad de los participantes.
Además, se han implementado medidas para mejorar la accesibilidad al desfile para personas con movilidad reducida y para garantizar la seguridad de todos los asistentes. El Desfile del Entroido, en definitiva, es una oportunidad única para celebrar la cultura de Ourense y para mostrar al mundo la belleza y la diversidad de sus tradiciones.
Conclusión
El Entroido en Ourense ha demostrado ser una tradición capaz de adaptarse y evolucionar sin perder su esencia. Las transformaciones experimentadas en los últimos años, como la regulación de la Faada, la reinterpretación de las Chincheiras, la revitalización de los Pasodobles y la organización de un desfile más atractivo, son testimonio de la labor de las asociaciones culturales, los ayuntamientos y la propia ciudadanía. Estas iniciativas han contribuido a fortalecer la identidad cultural de la provincia y a garantizar la continuidad de una fiesta que es mucho más que una simple celebración; es un símbolo de la historia, las costumbres y el espíritu de Ourense.
El Entroido de Ourense sigue siendo una fiesta vibrante y llena de vitalidad, un legado que se transmite de generación en generación. Es fundamental seguir apoyando y promoviendo las iniciativas que contribuyen a la preservación de esta tradición, asegurando que el Entroido siga siendo un motivo de orgullo y alegría para los ourensanos y para todos aquellos que tengan la suerte de vivirlo. Su futuro depende del compromiso de mantener viva la llama de las tradiciones y de adaptarlas a las nuevas realidades, sin renunciar a su autenticidad y a su carácter único.