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Qué pueblos en Lugo tienen las calles más pintorescas y fotogénicas

28/06/2025
Lugo

Lugo, conocida por su imponente muralla romana, es mucho más que una ciudad. Es una provincia repleta de tesoros escondidos, pequeños pueblos que conservan la esencia de la Galicia más auténtica y que ofrecen paisajes y rincones de una belleza incomparable. Estos lugares, alejados del bullicio de las grandes urbes, invitan a la calma, al descubrimiento y, por supuesto, a capturar imágenes inolvidables.

En este artículo, nos embarcamos en un viaje a través de algunos de los pueblos más fotogénicos de Lugo, aquellos que destacan por su arquitectura tradicional, sus calles empedradas, su entorno natural y el encanto que se respira en cada uno de sus rincones. Prepárense para descubrir la magia de la provincia lucense y para llenar sus cámaras de recuerdos.

Monforte de Lemos

Monforte de Lemos es una joya del Renacimiento gallego, dominada por su imponente castillo medieval. Pasear por sus calles resulta un viaje en el tiempo, admirando las fachadas de sus casas blasonadas y los palacios que atestiguan un pasado noble. La belleza del río Sil, al que Monforte se aferra, es otro de sus grandes atractivos.

La Plaza de España, el corazón de Monforte, es un lugar ideal para comenzar la exploración del pueblo. Aquí encontrarán la Iglesia de San Vicente de la Cabeza, un ejemplo notable del arte románico, y el Pazo de los Condes de Lemos, un impresionante palacio renacentista que alberga una colección de arte. Su arquitectura es simplemente deslumbrante.

Una de las experiencias más recomendables es dar un paseo en barco por el río Sil, un paisaje de cañones y viñedos que es sencillamente espectacular. Desde el agua, se puede apreciar la belleza de Monforte desde una perspectiva diferente y descubrir rincones escondidos.

Santo Estevo de Ribas de Sil

Santo Estevo de Ribas de Sil es un pueblo singular, construido a los pies del Monasterio de Santo Estevo, una antigua abadía benedictina convertida en un Parador Nacional. El propio monasterio, con su imponente fachada barroca, es un punto de referencia imprescindible. Su historia es fascinante.

El pueblo en sí es un conjunto de casas de piedra, estrechas calles empedradas y balcones floridos que transmiten una sensación de paz y tranquilidad. La atmósfera es única, un remanso de calma lejos del ajetreo de la vida moderna. Es un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

El entorno natural, con el río Sil como protagonista, es una invitación a la práctica del senderismo y el contacto con la naturaleza. Las cercanas viñas de la Ribeira Sacra ofrecen paisajes impresionantes y la posibilidad de degustar vinos con denominación de origen.

Castroverde

Castroverde destaca por su riqueza etnográfica y su impresionante paisaje montañoso. El pueblo es conocido por su fiesta de la Vaqueira, una celebración tradicional que rinde homenaje a las mujeres que antiguamente ordeñaban las vacas.

El casco antiguo de Castroverde conserva la esencia de la arquitectura rural gallega, con casas de piedra, balcones de madera y estrechas calles que serpentean entre las construcciones. La tradición está muy presente en cada rincón del pueblo. Es un lugar para sentir la cultura gallega más auténtica.

No pueden perderse la visita a la Iglesia de San Romao, un templo románico con un campanario impresionante. A pocos kilómetros de Castroverde se encuentra el Monte Faro, un lugar ideal para disfrutar de vistas panorámicas de la comarca.

O Cebreiro

Lugo, España, luce encantadora y soleada

O Cebreiro, situado en lo alto de una montaña, es uno de los pueblos más emblemáticos de Galicia, y punto de partida de muchos peregrinos del Camino de Santiago. Sus casas de piedra con tejados de paja, conocidas como «pallozas», son un símbolo de la arquitectura tradicional gallega y un verdadero patrimonio.

La Iglesia de Santa María la Real, con su fachada orientada al este, es un lugar de gran simbolismo para los peregrinos. Desde el pueblo se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de la montaña gallega y de los valles circundantes. La neblina que suele envolver el pueblo le da un aire mágico.

La gastronomía de O Cebreiro es otro de sus grandes atractivos. No pueden irse sin probar el caldo gallego, una sopa contundente y deliciosa que es perfecta para entrar en calor después de una caminata por la montaña.

Becerreá

Becerreá es un encantador pueblo situado a orillas del río Lor, conocido por su puente medieval y su rico patrimonio cultural. Su historia se remonta a la época romana, y conserva vestigios de su pasado en sus calles y monumentos.

El puente medieval de Becerreá, de origen romano aunque remodelado en épocas posteriores, es un símbolo del pueblo. Pasear por sus calles empedradas y admirar las casas de piedra con balcones floridos es un placer para los sentidos. La tranquilidad que se respira es palpable.

El entorno natural de Becerreá es igualmente atractivo, con paisajes de bosques y montañas que invitan a la práctica del senderismo y al contacto con la naturaleza. La gastronomía local, basada en productos de la tierra, es otro de sus puntos fuertes.

Conclusión

Lugo es una provincia que ofrece una gran variedad de pueblos con encanto, cada uno con su propia personalidad y atractivos. Desde los imponentes castillos y palacios renacentistas de Monforte de Lemos hasta las singulares pallozas de O Cebreiro, pasando por la riqueza etnográfica de Castroverde, cada rincón de esta tierra gallega esconde una sorpresa.

Estos pueblos, lejos de las grandes ciudades, invitan a la calma, al descubrimiento de la cultura local y a la conexión con la naturaleza. Son destinos ideales para aquellos que buscan una experiencia auténtica y para aquellos que quieren capturar imágenes inolvidables. En definitiva, un viaje a los pueblos con encanto de Lugo es un viaje al corazón de la Galicia más genuina.