
La Romería de Ourense, también conocida como O Festivo, es una de las fiestas más arraigadas y emblemáticas de Galicia. Se celebra en honor a San Rosendo, patrón de la ciudad, y combina lo religioso con una intensa manifestación social y cultural que atrae a miles de visitantes cada año. Su singularidad radica en la mezcla de tradiciones ancestrales y la atmósfera festiva que inunda las calles de Ourense durante una semana.
Originalmente, el evento estaba ligado al mercado que se celebraba en la ciudad con motivo de la festividad del santo. Con el tiempo, fue evolucionando hasta adquirir la forma que conocemos hoy en día, marcada por las ofrendas florales, las celebraciones religiosas, los conciertos, la gastronomía típica y sobre todo, por el arraigado sentimiento de identidad que despierta en los ourensanos.
El Origen y la Historia de la Romería
Los orígenes de la Romería de Ourense se remontan al siglo XII, coincidiendo con la traslación de los restos de San Rosendo al monasterio que hoy conocemos como la Catedral. El Santo, obispo de Celanova, fue una figura clave en la historia de Galicia y su figura se convirtió en un símbolo de defensa de los intereses de la región. El culto a San Rosendo se extendió rápidamente y la ciudad de Ourense se convirtió en el centro de peregrinación.
La festividad inicial, aunque con un carácter religioso innegable, fue también un importante punto de encuentro para los comerciantes y artesanos de la zona. Establecían sus puestos en las inmediaciones de la Catedral, dando lugar a un mercado que se convirtió en una parte fundamental de la celebración. Esta combinación de elementos religiosos y comerciales sentó las bases de la Romería tal y como la conocemos hoy.
A lo largo de los siglos, la Romería ha sufrido diversas transformaciones, adaptándose a los cambios sociales y políticos. Sin embargo, siempre ha mantenido su esencia y su profundo vínculo con la tradición ourensana. Incluso durante periodos difíciles, como la Guerra Civil o la dictadura franquista, la Romería siguió celebrándose, aunque con ciertas restricciones.
La Ofrenda Floral y el Pregón
Uno de los actos centrales de la Romería de Ourense es la Ofrenda Floral, un espectacular desfile de flores por la Plaza Mayor, que termina con la creación de un enorme tapiz floral a los pies de la Catedral. Este acto simboliza la devoción de los ourensanos hacia su patrón y es un verdadero espectáculo visual. Participan en la ofrenda las diferentes hermandades, cofradías, asociaciones y colectivos de la ciudad.
El Pregón de la Romería, pronunciado por una figura relevante de la vida cultural o social gallega, da el pistoletazo de salida oficial a las fiestas. Se trata de un discurso emotivo en el que se exalta la figura de San Rosendo, se recuerda la historia de la Romería y se invita a participar en las celebraciones. El pregonero elegido suele representar los valores de la ciudad y de su tradición.
Este pregón no solo anuncia el inicio de la fiesta, sino que también sirve como un momento de reflexión sobre la importancia de mantener vivas las tradiciones y de fortalecer el sentimiento de comunidad. Siempre es un acto emotivo, lleno de referencias a la cultura gallega y al cariño de los ourensanos por su fiesta.
El Ambiente Festivo y las Atracciones

Durante la Romería, Ourense se transforma en un hervidero de gente y actividad. Las calles se llenan de puestos de artesanía, de productos típicos gallegos y de atracciones de feria. La música está presente en cada esquina, con conciertos, recitales de gaitas y actuaciones de grupos locales e internacionales. El ambiente es alegre y contagioso.
La gastronomía juega un papel fundamental en las fiestas. Se pueden degustar platos típicos gallegos, como el pulpo a la gallega, el lacón con grelos, la empanada o el caldo gallego. Además, la Romería es una oportunidad para probar los vinos de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, que son famosos por su calidad y su sabor inigualable.
La presencia de las atracciones de feria, como el tiovivo, el autoservicio o los puestos de juegos, añade un toque de diversión y nostalgia a la Romería. Atractivos para todas las edades que se convierten en un punto de encuentro para las familias y los amigos.
Los Actos Religiosos y la Procesión
Aunque la Romería tiene un marcado carácter festivo, su origen religioso sigue siendo muy importante. Durante la semana de fiestas se celebran diversas misas y actos religiosos en la Catedral, en honor a San Rosendo. La solemnidad de estos actos contrasta con el ambiente festivo que reina en la ciudad, creando un equilibrio interesante.
La Procesión de San Rosendo es, sin duda, el acto religioso más importante de la Romería. En ella se lleva en procesión la imagen del Santo por las principales calles de la ciudad. Miles de fieles acompañan la imagen, cantando himnos y rezando. La procesión es una manifestación de fe y devoción que reúne a personas de todas las edades y condiciones sociales.
La participación en la procesión es una tradición para muchos ourensanos, que ven en ella una oportunidad para expresar su cariño a San Rosendo y para pedir su protección. El recorrido de la procesión suele estar adornado con flores y tapices, creando un ambiente de solemnidad y respeto.
Conclusión
La Romería de Ourense es, en definitiva, una fiesta única en su género. Una combinación de tradición, religión, cultura y diversión que la convierte en un evento imprescindible para los ourensanos y para los visitantes que acuden a la ciudad en estas fechas. Su capacidad para mantener viva la llama de la historia y la identidad local es admirable.
Más allá de los actos y las celebraciones, la Romería representa un sentimiento de pertenencia a una comunidad y una oportunidad para reconectar con las raíces. Es un momento para celebrar la vida, para compartir con los seres queridos y para disfrutar de la magia de una fiesta que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.