
El verano es la época perfecta para escapar de las grandes ciudades y descubrir la belleza de la costa española. Pero si buscas algo más que playas turísticas masificadas, te invitamos a explorar los pueblos pesqueros que conservan su esencia y tradiciones. Estos rincones, a menudo escondidos entre acantilados y con el olor a salitre en el aire, ofrecen una experiencia auténtica y enriquecedora. Muxía, en A Coruña, es un ejemplo perfecto de este tipo de lugar, un pequeño pueblo con un encanto especial que atrae a visitantes cada año.
En este artículo, vamos a explorar otros pueblos pesqueros gallegos con características similares, aquellos que te permitirán conectar con la vida marítima, degustar la gastronomía local y disfrutar de paisajes inolvidables. Te guiaremos a través de opciones tanto en la costa atlántica como en la mediterránea, descubriendo tesoros ocultos que te sorprenderán y te dejarán ganas de volver. Prepárate para descubrir la esencia de la vida en el mar.
La Magia de la Costa da Morte
La Costa da Morte, a menudo asociada con tormentas y mar bravío, esconde numerosos pueblos pesqueros con una historia rica y un ambiente único. Villagrande, en la provincia de Lugo, es un excelente ejemplo. Este pequeño pueblo costero, situado en la costa atlántica, mantiene una fuerte tradición pesquera que se transmite de generación en generación. Sus casas de piedra y madera, aferradas a la ladera del monte, evocan la resistencia y la vitalidad de un pueblo que ha luchado contra el mar durante siglos.
Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo. Las redes de pesca colgadas en las ventanas, los barcos amarrados en el puerto y los vecinos que saluda con una sonrisa te harán sentir como parte de la comunidad. Además, la gastronomía local, basada en productos frescos del mar, es una verdadera delicia: el pulpo a la gallega, las vieiras o el mejillón son solo algunos de los platos que no te puedes perder. Este pueblo ofrece una experiencia verdaderamente auténtica.
Santillán de Baiona: Un Pueblo de Maritimidad Histórica
Si buscas un pueblo pesquero con un pasado marítimo importante, Santillán de Baiona, en Pontevedra, es una excelente opción. Este puerto, que antiguamente era un importante enclave comercial en la ruta entre Portugal y España, ha conservado una arquitectura señorial que refleja su pasado como punto de encuentro entre culturas. El castillo de Baiona, imponente en la costa, es el símbolo de la historia marítima del pueblo.
Aunque la pesca sigue siendo una actividad importante en Santillán de Baiona, el turismo también ha cobrado relevancia. Además de visitar el castillo, puedes disfrutar de las playas del pueblo, recorrer el puerto y degustar la gastronomía local, que incluye mariscos frescos y pescados de primera calidad. La combinación de tradición y modernidad hace de Santillán de Baiona un destino único.
Castro Urrú: El Puerto Más Antiguo de Galicia

Castro Urrú, en Pontevedra, es uno de los puertos más antiguos de Galicia, con una historia que se remonta al siglo IX. Sus calles estrechas y empinadas, sus casas de piedra con balcones floridos y su ambiente marinero te transportarán a otra época. El casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, es un ejemplo perfecto de la arquitectura tradicional gallega.
Este pueblo pesquero conserva una fuerte identidad y una tradición marinera bien arraigada. Además de la pesca, el turismo ha crecido en los últimos años, atrayendo a visitantes que buscan descubrir la costa gallega y su rica historia. Las playas del pueblo son tranquilas y aptas para familias, y la gastronomía local ofrece una amplia variedad de platos elaborados con productos frescos del mar.
Ribadeo: Un Pueblo de Pesca y Artesanía
Ribadeo, en Lugo, es un pueblo pesquero con una fuerte tradición artesanal, especialmente en el campo de la cerámica. Sus playas, como la de las Catedrales, son famosas por sus impresionantes formaciones rocosas, creadas por la erosión del mar. El paisaje costero de Ribadeo es espectacular, con acantilados, calas escondidas y una gran variedad de aves marinas.
La cultura de Ribadeo está profundamente ligada al mar. Puedes visitar el puerto, observar a los pescadores trabajando y degustar la gastronomía local, que incluye mariscos frescos, pescados y arroces. Además, puedes comprar artesanía local, como cerámica, bordados y otros productos tradicionales. Ribadeo ofrece una experiencia completa que combina la belleza natural con la riqueza cultural.
Conclusión
En definitiva, visitar pueblos pesqueros como Muxía en verano es una excelente manera de conectar con la naturaleza y descubrir la auténtica Galicia. Estos rincones, a menudo desconocidos, ofrecen una experiencia más rica y significativa que los destinos turísticos masificados. Te permiten sumergirte en la cultura local, degustar la gastronomía tradicional y disfrutar de paisajes inolvidables.
Si buscas una escapada tranquila y auténtica, te recomendamos explorar estos pueblos pesqueros gallegos. Cada uno tiene su propio encanto y sus propias particularidades, pero todos comparten una característica en común: la pasión por el mar y el deseo de preservar su tradición. ¡No dudes en descubrirlos!